Signo de civilización

Palitos. Fuente: Wikimedia Commons.

A principios de los 2000, cuando estudiaba en la facultad, me hice amigo de varias personas de Japón. Estaban en Argentina como estudiantes de intercambio, para aprender castellano. Yo iba a visitar a mi amigo Rodolfo, que en su casa tenía (quizás sigue teniendo) una residencia para estudiantes extranjeros, y me los encontraba ahí, donde vivían con chicos y chicas de otras partes del mundo. Los japoneses estaban siempre en grupo y eran más tímidos, más graciosos, más queribles que los demás.

En una de esas charlas en las que se habla de costumbres, alguien de Argentina hizo algún chiste fácil sobre la dificultad e incomodidad de comer con palitos. Una chica japonesa respondió que en Japón, o quizás en todo Oriente, no solo no resultaba incómodo comer con palitos, lo que nos resultó esperable, sino que además estaba tradicionalmente muy mal visto comer con cuchillo y tenedor, lo que nos sorprendió. El rechazo venía de que ambos objetos, y en especial el cuchillo, se consideraban armas. Nos dijo que, si queríamos entender aquel sentimiento, imagináramos que en ese momento llegaba otro huésped a la residencia y, sentándose a conversar con nosotros, ponía una pistola arriba de la mesa.

Nunca me olvidé de esa imagen. El comentario nuestro sobre los palitos había sido despectivo. Sugería que era una tecnología poco eficiente, inapropiada, primitiva. Para la chica de Japón, en cambio, lo primitivo era usar cuchillo, por lo innecesariamente amenazante de la herramienta. La comida debía llegar ya cortada a la mesa. Entre gente civilizada, los cuchillos (y las pistolas) no se muestran.


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